La zona de Chapinero Alto de la ciudad de Bogotá se desarrolló en los años treinta y cuarenta. Su arquitectura predominantemente “inglesa” se inspiró en las grandes residencias de barrios como Teusaquillo, La Merced o Quinta Camacho. Pero, como carecía de la solidez y coherencia de estos barrios, no ha sido protegida urbanísticamente, aunque algunas casas aisladas han sido declaradas de “interés arquitectónico”.
La nueva reglamentación del sector que permite alturas hasta de siete pisos, ha acelerado un proceso de demolición de las viejas casas y su reemplazo por edificios de apartamentos. Si bien se puede considerar que este proceso de densificación es inevitable, no se puede saber en qué plazo se realizará una modificación efectiva de la estructura urbana. La situación de transición se refleja en la ambigüedad del contexto espacial del barrio: casas flanqueadas por altas culatas dejadas por los nuevos edificios a la espera de una paramentación continua que se realizará en un futuro incierto.
El edificio Palo Alto es un ejemplo de esta situación urbana y toma partido por suponer el contexto futuro. Dada su localización en esquina, el ingreso y la distribución interior se hacen a partir de una diagonal que atraviesa el predio, que comienza por un miniespacio público y se refuerza por la transparencia del ingreso y una columna exenta. La valorización de la esquina se hace más contundente en el tratamiento del cuerpo mismo del edificio: un volumen blanco y curvo abraza la caja de ladrillo, suavizando la arista.
La contra posición de materiales y formas evoca la arquitectura de la primera modernidad con su connotación naval de movimiento detenido. La contextualización temporal contrarresta así la ambigüedad del contexto espacial en que el edificio se encuentra.
Ficha técnica
Área Construida: 2070 m2
Diseño arquitectónico: Felipe González-Pacheco, Juan Ignacio Muñoz
Equipo de trabajo: Luis Antonio Fonseca, José Cohecha